Y Bruce la volvió a liar en el Camp Nou

Para explicar lo que ocurrió en el Camp Nou con Bruce Springsteen & The E Street Band el pasado sábado 19 de julio, después de recomendar la lectura de la excelente crónica de Luis Hidalgo para El País, solamente me queda que adjuntar algunos vídeos del concierto y decir que, para una persona que no ha mamado a Bruce en su adolescencia, es una suerte haberlo conocido a través de una fan para poder disfrutarlo, aunque sea en su madurez, aunque no esté ya en plena efervescencia. El sonido era tirando a malo, tocó casi todas las canciones de siempre (algunas como “Jungleland” –vídeo de arriba-, para mí el mejor momento del concierto, no tan típicas), las cervezas valían 7 euros, era todo de dimensiones sobrehumanas (con más de 70.000 espectadores), sobró la foto final de familia sobre el escenario… Pero fue la rehostia. ¿Por qué? Al que no le apasione Bruce sólo podría entenderlo metiéndose en un concierto. Después de verlo tres veces –me quedo con la actuación en el BEC de Bilbao en noviembre del año pasado- creo que lo que mejor lo explica todo son las sensaciones: la empatía de Bruce con la gente, su energía, su arrolladora energía a los 58 años, y en especial su ingente colección de buenas canciones. Después de casi tres horas de concierto te vas exhausto, satisfecho y convencido de que Bruce y la E Street Band, la mejor banda de rock’n’roll que he visto nunca, podrían estar tocando toda la noche sin descanso.