Sex Museum. Como antes, como siempre. Incluso mejor

Un guitarra que saca todo el rendimiento al clásico tándem Gibson-Marshall: Fernando Pardo. Un cantante que pone el punto de rock garagero con su voz desgarrada: Miguel Pardo, su hermano pequeño. Una teclista que saca sonidos inclreíbles con el Hammond y los secuenciadotes, incluidos acordes más propios de guitarra eléctrica, para darle el toque psicodélico: Marta Ruiz. Un batería que cabalga a todo trapo, con precisión suiza y sin descanso: Roberto Lozano, ‘Loza’, también a las baquetas en Delux. Un bajista que no para de recorrer de arriba abajo el mástil, con escalas imposibles y un sonido perfecto: Javier Vacas. Son Sex Museum. Sin un alarde gratuito de virtuosismo. Perfectamente engrasados. Con 20 años de experiencia a sus espaldas, desbordantes de energía, sin un mínimo achaque. Puro rock. Estilo, actitud y, sobre todo, esencia. El sábado se salieron en la sala Four Seasons de Castellón. No fue un concierto cualquiera. Fue tremendo.

Y no era una de esas actuaciones a las que vas sugestionado, de esas que te van a gustar pase lo que pase por devoción a tus ídolos de adolescencia. Es más, lo reconozco, tenía miedo de que pudieran ensombrecer el idealizado recuerdo que tenía de ellos. Tenía miedo de que estuvieran algo pasaditos, de que sus clásicos no sonaran con el mismo vigor de hace una década. Y menos mal que ese prejuicio no me retuvo en casa, porque me hubiera perdido el mejor concierto que ha acogido el Four Seasons desde que abrió sus puertas hace poco más de un año. Tocaron como nunca, sacaron de paseo su mejor repertorio, se marcaron unas versiones para flipar, conectaron con el público y sonó todo en su sitio. No se le puede pedir más a un concierto.

Llevaban 13 días seguidos tocando por Francia, Italia y España. Y como si nada. Para dejar claro cuál era el plan, amortizaron una de sus canciones más reconocibles, «Two Sisters», a las primeras de cambio (la segunda del repertorio) y, a partir de ahí, no pararon de sonar temazos en clave hard rock garagero, con ese toque ‘groovy’ que tan bien les queda, la mayoría de ellos recogidos en su reciente disco recopilatorio ‘Fifteen Hits That Never Were’.

Para que no faltara ningún ingrediente, el grupo de Malasaña se descolgó con una versión de Beastie Boys, ‘Fight for your right (to party)’, sobre el riff de ‘Smoke on the water’ de Deep Purple, en una especie de ‘mashup’ en directo con un resultado brutal (vídeo de arriba); otra de Parálisis Permanente, ‘Unidos’ (vídeo de abajo), en la que Miguel Pardo exhibió un nuevo registro en castellano; y  el ‘Rockin’ in a free world’ de Neil Young.

Pues eso, que suscribo al 100% una crítica de Víctor Rodríguez que he encontrado en Hipersónica, en la que pone el acento en el contraste entre la grandeza de la banda madrileña y el -a todas luces- insuficiente reconocimiento que siempre ha recibido. Sex Museum están en plena forma. Como antes, como siempre. Incluso mejor.

El Four Seasons continúa con su apetitosa programación de conciertos durante el mes de diciembre. El sábado 13 actuarán Hollywood Sinners (6 euros la entrada anticipada, 8 en taquilla), grupo toledano de garage punk que ya suma dos giras europeas con excelentes críticas. Y el sábado 27 de diciembre será el turno de los castellonenses Los Reactivos (entrada 6 euros), que presentarán un single compartido con los malagueños Airbag, el primero de una serie que va a lanzar el sello No Tomorrow para celebrar su decimoquinto aniversario.

Por último, apuntar que he leído en Las Provincias de Castellón, en el Levante de Castelló, en ADN Castellón y en la web 3×4 info que el Festival de Cinema de Comedia de Peñíscola pasa a mejor vida. El Patronato de Turismo aprobó el pasado martes la suspensión del certamen por considerar que «no ha cumplido los objetivos de promoción turística del municipio y la conexión con el cliente final».

Y recomendar la exposición fotográfica ‘Retratos’, de Mapi Capilla y De la Rosa en el Centro Cultural Las Aulas de Castellón.

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